¿Otra ola de alienación de tierras en el norte de Tanzania?
Informe de investigación de la Alianza Internacional de Solidaridad Maasai (MISA), marzo de 2025.
La Alianza Internacional de Solidaridad Maasai (MISA) realizó una investigación exhaustiva sobre los nuevos esquemas de créditos de carbono del suelo en el norte de Tanzania, destacando su potencial de alienación de tierras y sus impactos adversos en las comunidades de pastores Maasai. El informe examina críticamente dos importantes proyectos de carbono del suelo: el Proyecto de Carbono de los Pastizales de Longido y Monduli (LMRCP) de Soils for the Future Tanzania Ltd (SftFTZ) financiado por Volkswagen ClimatePartners y el Proyecto de Ecosistema Resiliente de Tarangire (RTEP) de The Nature Conservancy (TNC), dirigidos a los distritos de Longido, Monduli y Simanjiro.
Conclusiones principales:
- Falta de consentimiento libre, previo e informado (CLPI): El proceso de consentimiento libre, previo e informado presenta graves deficiencias: la participación comunitaria es limitada, las mujeres y los jóvenes están excluidos y los acuerdos no son transparentes. Los miembros de la comunidad a menudo carecen de conocimientos básicos sobre los mercados de carbono, los términos contractuales y sus implicaciones.
- Alteración del pastoreo y la movilidad: Los proyectos de carbono introducen prácticas de pastoreo rotativo que restringirán los patrones tradicionales de pastoreo de los masái, socavando la movilidad pastoral, una piedra angular de la cultura masái y la sostenibilidad de los pastizales. Estos cambios corren el riesgo de comprometer la seguridad alimentaria y las estrategias de adaptación frente al cambio climático.
- Brechas regulatorias y corrupción: Las normas sobre el comercio de carbono de Tanzania carecen de disposiciones que protejan adecuadamente nuestros derechos humanos como pueblos indígenas en los proyectos de carbono del suelo. La ausencia de un marco jurídico vinculante y claro ha dado lugar a desinformación comunitaria, corrupción (por ejemplo, pagos anticipados o “dinero de dote”) y ambigüedades jurídicas, especialmente en lo que respecta a la rescisión de contratos y los mecanismos de distribución de beneficios.
- Brechas regulatorias y corrupción: Las normas de Tanzania sobre el comercio de carbono carecen de disposiciones que protejan adecuadamente nuestros derechos humanos como pueblos indígenas en los proyectos de carbono del suelo. La ausencia de un marco jurídico vinculante y claro ha dado lugar a desinformación comunitaria, corrupción (por ejemplo, pagos anticipados o “dinero de dote”) y ambigüedades jurídicas, especialmente en lo que respecta a la rescisión de contratos y los mecanismos de distribución de beneficios.
- Preocupaciones de la comunidad: Las comunidades masai se encuentran bajo una fuerte presión para firmar acuerdos, ya que los dos proponentes de proyectos de carbono que compiten entre sí están compitiendo para presentar sus respectivos proyectos a la validación de normas internacionales. Para ello, deben firmar con un número mínimo de aldeas, completar su documento de proyecto y mostrar evidencia de consentimiento. Las comunidades temen restricciones a largo plazo en el uso de la tierra, pérdida de áreas de pastoreo comunales, conflictos intra e intercomunitarios y erosión cultural. La perspectiva de contratos de carbono de 40 años ha hecho sonar las alarmas sobre el hecho de que las generaciones futuras queden atrapadas en acuerdos potencialmente dañinos.
- Amenazas de alienación de tierras: Los proyectos de carbono del suelo corren el riesgo de repetir patrones históricos de desposesión de tierras para los masai, con tierras comunitarias controladas por inversores extranjeros y áreas de pastoreo privatizadas para buscar falsas soluciones climáticas.
Para más información:
Alianza Internacional de Solidaridad Maasai (MISA), maasaiinternationalsolidaritya(at)gmail.com
Recursos adicionales:
- "Tanzania: El desarrollo de proyectos de carbón socava los derechos humanos de los masái“, comunicado de prensa de CIDSE, 11 de marzo de 2025.
Crédito de la foto de portada: PWC.