Ahora más que nunca, unámonos todos por la justicia global – CIDSE

Ahora más que nunca, unámonos todos por la justicia global

Declaración de la dirección de CIDSE en el Día Mundial de la Justicia Social 2025


20 de febrero de 2025

El Día Mundial de la Justicia Social de las Naciones Unidas que se celebra hoy nos invita a todos a considerar cómo podemos trabajar colectivamente para construir sociedades justas y equitativas donde la paz y el bienestar sean una realidad para todos. Reconociendo la responsabilidad colectiva de abordar las causas profundas de la pobreza, la desigualdad y la degradación ambiental, nosotros, los directores de CIDSE (la familia internacional de organizaciones católicas de justicia social), instamos a los líderes políticos, económicos y sociales a que enfrenten las duras realidades de nuestros tiempos y adopten medidas inmediatas y audaces.

La CIDSE tiene sus orígenes en el Concilio Vaticano II, y fue durante su sesión final en 1965 que los cardenales Frings, Alfrink y Suenens, movidos por los llamamientos de los obispos de América Latina, África y Asia, llegaron a un consenso para establecer una nueva red de organizaciones católicas. Estas organizaciones se dedicarían al alivio del hambre y la enfermedad, como expresión de la solidaridad global de la Iglesia. Su visión era de colaboración, justicia y acción. Hoy, esa misma visión nos llama a abordar urgentemente las crisis interconectadas que afectan a nuestra casa común y a los más vulnerables entre nosotros.

Mientras celebramos Nuestro 60 aniversario En este año jubilar de esperanza, recordamos los valores del Evangelio y la doctrina social católica que han guiado nuestro trabajo hasta ahora. Siguen inspirando un compromiso más profundo con la justicia y la solidaridad, apoyando nuestra misión de estar junto a los más afectados por las crisis interconectadas actuales.

Si bien es cierto que persisten desafíos globales, como los sistemas económicos que priorizan las ganancias sobre las personas y perpetúan ciclos de conflicto, colonización, violaciones de los derechos humanos y deuda injusta, también hay razones para la esperanza. A pesar de la reducción del espacio para la sociedad civil y la erosión de los procesos democráticos, la búsqueda de la justicia sigue siendo crucial, pero posible.

Están surgiendo señales alentadoras del Sur Global, donde las comunidades con las que trabajamos están demostrando una resiliencia notable. Están saliendo de la pobreza, construyendo futuros más brillantes, adaptándose al cambio climático y defendiendo sus derechos. Su espíritu y determinación frente a los desafíos significativos debidos a la explotación ambiental y financiera son una fuente de inspiración, que nos alienta a solidarizarnos con ellos. Juntos, aspiramos a abordar los sistemas de opresión y desigualdad, luchando por un planeta social y ecológicamente justo.

En este contexto, CIDSE tiene un papel único que seguir desempeñando. A través de nuestra red mundial de organizaciones y comunidades, tenemos la capacidad de conectarnos con los movimientos y los responsables de la toma de decisiones locales, amplificando las voces que no se escuchan y garantizando que las luchas de los más vulnerables se enfrenten con acciones concretas de la comunidad mundial.

Este año es un momento decisivo para los esfuerzos colectivos frente a las crisis globales interconectadas. El aniversario de Laudato Si' y eventos globales clave como la conferencia climática de la ONU en Brasil nos llaman a actuar. El Acuerdo de París debe implementarse con compromisos nacionales más firmes para evitar la crisis climática. De manera similar, la comunidad internacional debe tomar medidas decisivas hacia la justicia de la deuda, una cuestión crítica para el Sur Global, donde las cargas de la deuda siguen atrapando a las naciones en ciclos de explotación, desigualdad y pobreza.

Ha llegado el momento de adoptar medidas concretas y audaces. Por este motivo, instamos a los dirigentes políticos, especialmente en el Norte global, a que se comprometan a:

  • Implementar el Acuerdo de París con compromisos nacionales más firmes para evitar peores impactos climáticos;
  • Aliviar la deuda de los países vulnerables para liberarlos de la explotación financiera y permitirles construir un futuro sostenible;
  • Aumentar la ayuda al desarrollo para apoyar la adaptación climática y el alivio de la pobreza en el Sur Global.

En este Día Mundial de la Justicia Social de las Naciones Unidas, instamos no sólo a la reflexión, sino a la acción colectiva inmediata de los gobiernos, las organizaciones y las personas para abordar estas cuestiones urgentes.

Al celebrar el legado de 60 años de CIDSE, tomemos medidas audaces para garantizar la justicia, la paz y el cuidado de nuestra casa común, para esta generación y las próximas.

Lista de firmantes:

  • Lieve Herijgers, Broederlijk Delen, Bélgica
  • Christine Allen, CAFOD, Inglaterra y Gales
  • Virginie Amieux, CCFD–Terre Solidaire, Francia
  • Josianne Gauthier, CIDSE, Internacional
  • Heleen Van Den Berg, Cordaid, Países Bajos
  • Luke Stocking, Desarrollo y Paz, Canadá
  • Axelle Fischer, Entraide et Fraternité, Bélgica
  • Daniel Fiala, eRko, Eslovaquia
  • Bernd Nilles, Fastenaktion, Suiza
  • Ana Patricia Fonseca, FEC, Portugal
  • Ivana Borsotto, Focsiv–Volontari nel Mondo, Italia
  • Anja Appel, KOO, Austria
  • Ricardo Loy, Manos Unidas, España
  • Susan Gunn, Oficina de Maryknoll para Asuntos Globales, EE. UU.
  • Andreas Frick, MISEREOR, Alemania
  • Denise Richard, Partage Lu, Luxemburgo
  • Lorraine Currie, SCIAF, Escocia
  • Caoimhe de Barra, Trócaire, Irlanda
  • Marc Bollerman, Vastenactie, Países Bajos
  • Monseñor. Abba Tesfaselassie Medhin, Eparquía de Adigrat, Etiopía (Asesor espiritual de CIDSE)


Foto de portada: Marcha por el clima en la COP24, Polonia, 2018. Crédito: CIDSE

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